El Casón del Buen Retiro es uno de los dos edificios que han sobrevivido a la destrucción del Palacio del Buen Retiro.

Historia

Construido por Alonso de Carbonell en 1637, era el salón de bailes del Palacio. En su decoración participó Luca Jordano, autor de la Alegoría del Toisón de Oro, distinción del duquesado de Borgoña que entró en la monarquía española con Felipe el Hermoso. Prácticamente es lo único original del edificio, ya que en el siglo XIX sufrió una ampliación y se le añadieron dos nuevas fachadas, de estilo neoclásico.

A lo largo del siglo XX, ya destruído el palacio, el Casón (llamado así por el aspecto desolado que ofrecía) se empleó para distintos fines. Es en 1971 cuando se cede al Museo del Prado para alojar la colección de pinturas del siglo XIX.

Estas pinturas habían estado en el desaparecido Museo Nacional de Arte Moderno. Con el constante aumento de fondos, se decidió devolver las pinturas del XIX al Prado y con las restantes, del siglo XX crear un nuevo museo, el Reina Sofía.

La reforma

En 1997 se cierra el Casón al público para iniciar una gran reforma, a cargo de la Gerencia de Infraestructuras del Ministerio de Cultura.

Las actuaciones que se están desarrollando tienen tres fines:

  • Consolidar el edificio eliminando problemas de humedades
  • Recuperar el fresco de la bóveda de Lucas Jordán
  • Ampliar la superficie expositiva. Dos nuevas plantas han sido excavadas, lo que supone una ampliación de 3.157 metros cuadrados.

No existe fecha concreta para el fin de las obras, pero se prevee su inauguración antes de 2008.

Actualmente (2012) alberga la Biblioteca del Museo del Prado.